martes, 10 de mayo de 2016

¿Dónde estoy ahora? Casi podría decir que es el mismo lugar de siempre.
Y sin embargo, algo resplandece.
Algo oscurece.
Tengo tinta en las manos; ensucian las sabanas y las paredes cuando busco estabilidad. No llegan a mancharte, vos esclareces.
Yo oscurezco.
Y desaparezco.
Y siempre me mata de a poco, en las noches de frio confuso, el saberme desaparecida si no es entre tus brazos.
Dibujé una flor en mi mano, confiando en que la tinta no volvería.
No de nuevo, si estoy descascarándome de mi corteza.
A veces me destiño si en la calle llueve. Mis ojos se tornan blancos.
Casi siempre están rojos.
Normalmente son grises.
De la flor nació una raíz, la raíz se sumergió en el pantano de tinta que me matiza el brazo. Un sinfín de ramas secas, intercaladas, negras solido oculta mis cicatrices de guerra.
No puedo lavarme la oscuridad del cuerpo.
Ni con tu claridad.
Pero lo intento.

Juro que lo intento.

1 comentario:

  1. Muy bello! Una observación, en el formato que lo veo yo, la imagen de fondo impide ver las letras en el inicio del Blog, si entro al texto como hice para dejar el comentario, se ve perfecto

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