Épocas lejanas que en mi interior saben a placebo.
Engañosas expectativas de una vida inexistente.
Retazos erróneos y malas perspectivas.
Inundan la habitación letanías mortales de una perdida
innecesaria de tiempo.
Tiempo, tiempo. Corre lejos evadiéndome.
Dejándome atrás, construyendo paredes de concreto a mí
alrededor.
Tiempo. Oro. No me dejes atrás.
¿Que soy, más que un desecho gastado y trillado de una mala
broma?
Un desvío superfluo a una realidad inminente que me
envuelve.
Pero la fantasía es un mundo de colores.
De magia, de sueños. De posibilidades.
De color verde musgo y marrón apantanado.
De puentes de madera y cabañas de piedra.
Realidad, ficción entrecruzada. Fantasías inconexas.
Lo es todo y luego nada, vacío.
Oscuridad.
Luz blanca y brillante.
Confusión.
Calles acartonadas y frio lacerante.
Rayos de sol de una mañana corriente.
Música que aturde y ruedas que ensucian.
En un mundo repleto de fantasías.
De falsedades.
De placebos.
La realidad es la única vía de escape.
cada cabeza es un mundito pequeño dentro de todo este mundo inmundo.
ResponderEliminarescribís muy lindo.
saludos :)