Cualquiera diría que después
de un tiempo uno se adapta, y es verdad, uno se adapta, especialmente cuando se
resigna a no poder cambiar la situación. Mi adaptación tomó un año. Y ahora
mismo, de verdad, tengo ganas de cambiar, y
de tener amigos.
Pero no como los de acá, acá no se tiene amigos de
verdad.
Son falsos, y yo no quiero tener que juntarme con gente que después me
saca el cuero cuando me voy 5 segundos a otro lado, como siempre veo que hacen.
Yo espero que el año que viene, cuando elija una especialidad
para seguir, ya encontrarme con gente con la que disfrute pasar el tiempo.
Porque
no quiero volverme una hipócrita, y simular que la paso bien con gente que no
me interesa.
Quiero actuar como una adolescente, no es mucho pedir.
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